viernes, 17 de enero de 2014

Espejo

Me veo. ¿En serio? Esto es lo que mejor logro de mi. No se puede hacer más. Los lentes grandes que uso ayudan a mi cara redonda a hacerse más... ¿amigable?. Pero eso no importaba en la escuela. Siempre era lo mismo de todos los años. Regresar al colegio después del verano y de las vacaciones era lo de siempre. Ver a los nuevos con sus indiscretas caras y gestos tímidos y a la vez amigables. Ver a las chicas con "shorts violadores" y el polo del colegio y  a los chicos presumiendo el vello en la barbilla... y  oh claro, todos bronceados recién salidos de la playa con todavía olor a mar.

Yo... soy la clase de chica que voy con el mismo peinado al colegio. La simple idea de llamar la atención de aterraba y sobretodo me ganaría una buena paliza verbal junto con emociones adverbiales. La palabra "invisible" era mi termino, apuesto a que si busca en la web, saltaría mi foto. Pocas veces salia con amigos, no me gustaba estar bronceada por el sol; y usar esos terribles shorts me daban picazón ¿Acaso no les duele lo que les agarra? Pasaba a 4º de Secundaria, era el momento de florecimiento como Verónica dice; pero yo sentía que todavía seguía encerrada; y las otras eran flores muy ajustadas formando cuerpos exuberantes dignos de babear y era mucho mejor para ellas. 

Digamos que volver de vacaciones significaba regreso de zorras, idiotas, estúpidos, ñoños, fastidiosos profesores, cargados trabajos y regreso de raros... en otras palabras ¿yo?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario