domingo, 14 de junio de 2015

La camiseta peruana

No entiendo el futbol. Eso esta claro en mis genes y en mi forma apática de practicar deportes que lleven maniobras y un físico brillante. No por el hecho de que sea mujer signifique que no lo entienda. Mi respuesta practica es que solo veo a personitas correr detrás de un balón sucio y blanco. Y que por cierto, es demasiado duro. Sin embargo, me gusta verlo. Me gusta escuchar esos gritos de hombres pegados al televisor gritando "Casi", "Fue palo", "Falta", "Gol!". Es simplemente gracioso.

Tuve la oportunidad de ver el Mundial (por televisión, claro). La jugada de Brasil es épica. Brasil no tiene comparación. Neymar es un astro del fútbol. James, el colombiano, con su carita de niñito y siendo un salvaje en el partido. Lo gracioso y orgulloso de ver un partido así, fue ver todo el esfuerzo por hacer goles. Incluso es irónico ver que lloran luego de perder. Pero la habilidad más grande fue la del alemán, ese, que no me acuerdo su nombre, pero tampoco lo buscaré por pura flojera. Son muy pocos partidos los que veo. Pero entiendo a la perfección que Brasil es el monarca del fútbol, en otras palabras, Neymar se lleva el crédito. Aunque Alemania se llevó la mundial.

Perú, como siempre. Nunca destaca en nada. A pesar de que es reconocida mundialmente por su gastronomía (el termino suena tan gastado que me da más pereza escribirlo), su dignidad se queda ahí, en la comida. Y como estoy hablando de futbol, pues Perú; seamos sinceros...cualquiera preferiría apostar por cualquier otro país que por Perú. Las predicciones SIEMPRE dicen que perderá. No necesitamos que alguien nos lo diga, nosotros lo sabemos. Hoy jugó Perú - Brasil. Si vieran mi rostro, apuesto a que se reirían. Mi cara parece adormecida por un rayito de flojera y felicidad. Y como siempre, una pizca de preocupación. Volvamos al punto...

2 - 1. La puntuación, en realidad, sí importa. Claro que importa. Somos un 0. Pero me anima decir que hoy nos sacamos los cojones. Y digo "nos" porque yo también viví esa emoción de hacer el primer gol, yo viví ese cansancio de los jugadores al correr y perseguir una tonta y traicionera pelota que caía en los pies de Filipe Luis a Neymar a David Luis y a no sé quien más. Mientras que Jefferson ponía los huevos en el juego y Guerrero hacia todo el esfuerzo por hacer pases. Lobatón con esas pataditas. Y no olvidemos la cara de Brasil al pegar la pelota y cayera en "palo". 

En los últimos dos minutos, Brasil hizo su jugada que según los críticos, fue soberbia. Neymar dejando solo al chico que mi mamá decía "parece que ese de ahí tuviera peluca". Sabíamos que era en vano, porque ellos iban a ganar. Pero aun así, me sentía feliz. Porque vi que ellos se rajaban en la cancha. Porque me sentía orgullosa, y espero no ser la única.

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