domingo, 28 de junio de 2015

Confundida

No debería de escribir ahora. No ahora. No con este sentimiento impulsivo que me quema la garganta (y no es ron), no con este palpiteo repentino, no con estas manos sudadas, no con este dolor de cabeza, no con este sentimiento de pena, autocompasión, dureza y confusión. Me siento más inestable con nunca.
No puedo estar así. No estoy cómoda, me siento como en una carrera, y la meta es mi respuesta. No quiero recordar...

Mi vida ha estado rodeada de diferentes personas. Amigos, hipócritas, familia y más personas podridas. Mi madre me presentó ante dos chicas comunes, dos chicas que simplemente eran chicas y me cayeron bien. Mi madre, por cuestiones de trabajo, se juntaba con ellas. Un día, calculo que a las 2:00 am, nos encontrábamos todas en medio de la pista, buscando un lugar para comer (la historia es larga, y no me siento emocionalmente apta para escribirla ahora), recuerdo que entramos a comer chatarra. Estábamos en una mesa larga, y todas no reíamos. Luego recuerdo haber escuchado a la chica que me habían presentado decir que era "lesbiana". Jalé la mano de mi madre para preguntarle qué era eso. Y me dijo que era cuando a una mujer le gusta otra mujer. Mi madre, una respuesta didáctica. La otra, era su novia. Al principio no le caía bien. Ahora, somos amigas y nos comunicamos por Facebook.

Siempre he defendido el LGTBI. Me parece liberal. De hecho es una muestra de libertad. Vi una marcha en mi país. Me dieron un montón de cosas, y las guardo. Me parece una muestra de afecto. Luego me enteré, hace días que se aprobó el matrimonio homosexual en EE.UU. Y ayer vi otra marcha. Un grupo de chicas (asumo lesbianas) (no lo tomen a mal, no piensen que apenas las vi, pensé eso) se me estaban acercando. Mi madre (porque estaba con ella) me dijo "vamos" y nos alejamos. Cuando vi tanta libertad y amor. Cuando vi pasión y entrega. Cuando vi paz ... supe, de hecho, estoy segura que...¿Porque tengo que elegir a uno si puedo elegir a dos?

domingo, 14 de junio de 2015

La camiseta peruana

No entiendo el futbol. Eso esta claro en mis genes y en mi forma apática de practicar deportes que lleven maniobras y un físico brillante. No por el hecho de que sea mujer signifique que no lo entienda. Mi respuesta practica es que solo veo a personitas correr detrás de un balón sucio y blanco. Y que por cierto, es demasiado duro. Sin embargo, me gusta verlo. Me gusta escuchar esos gritos de hombres pegados al televisor gritando "Casi", "Fue palo", "Falta", "Gol!". Es simplemente gracioso.

Tuve la oportunidad de ver el Mundial (por televisión, claro). La jugada de Brasil es épica. Brasil no tiene comparación. Neymar es un astro del fútbol. James, el colombiano, con su carita de niñito y siendo un salvaje en el partido. Lo gracioso y orgulloso de ver un partido así, fue ver todo el esfuerzo por hacer goles. Incluso es irónico ver que lloran luego de perder. Pero la habilidad más grande fue la del alemán, ese, que no me acuerdo su nombre, pero tampoco lo buscaré por pura flojera. Son muy pocos partidos los que veo. Pero entiendo a la perfección que Brasil es el monarca del fútbol, en otras palabras, Neymar se lleva el crédito. Aunque Alemania se llevó la mundial.

Perú, como siempre. Nunca destaca en nada. A pesar de que es reconocida mundialmente por su gastronomía (el termino suena tan gastado que me da más pereza escribirlo), su dignidad se queda ahí, en la comida. Y como estoy hablando de futbol, pues Perú; seamos sinceros...cualquiera preferiría apostar por cualquier otro país que por Perú. Las predicciones SIEMPRE dicen que perderá. No necesitamos que alguien nos lo diga, nosotros lo sabemos. Hoy jugó Perú - Brasil. Si vieran mi rostro, apuesto a que se reirían. Mi cara parece adormecida por un rayito de flojera y felicidad. Y como siempre, una pizca de preocupación. Volvamos al punto...

2 - 1. La puntuación, en realidad, sí importa. Claro que importa. Somos un 0. Pero me anima decir que hoy nos sacamos los cojones. Y digo "nos" porque yo también viví esa emoción de hacer el primer gol, yo viví ese cansancio de los jugadores al correr y perseguir una tonta y traicionera pelota que caía en los pies de Filipe Luis a Neymar a David Luis y a no sé quien más. Mientras que Jefferson ponía los huevos en el juego y Guerrero hacia todo el esfuerzo por hacer pases. Lobatón con esas pataditas. Y no olvidemos la cara de Brasil al pegar la pelota y cayera en "palo". 

En los últimos dos minutos, Brasil hizo su jugada que según los críticos, fue soberbia. Neymar dejando solo al chico que mi mamá decía "parece que ese de ahí tuviera peluca". Sabíamos que era en vano, porque ellos iban a ganar. Pero aun así, me sentía feliz. Porque vi que ellos se rajaban en la cancha. Porque me sentía orgullosa, y espero no ser la única.