Amor a la cocina.

No es que sepa cocinar, ni mucho menos freir cosas, soy pesima al igual que mi madre. Eso tenemos en comun. En uno de mis posts dije que habia asistido (por obligacion y resignacion) a un taller de cocina "para al menos aprender a como freir un huevo" (creanme, no sé calcular la sal). El punto es que tuve dos profesores, Cristian y Glenn (Sí, Glenn es hombre. En un principio pensé que era nombre de chica). El punto es que esa sonrisa sin fuerza, esos ojos casi cuarentones, esa barriga levemente inflada y el simple acto de confianza y firmeza, me gustaba. Me gusta, me llama, me pone nerviosa, me hace feliz (Es increible como al recordarlo, se infla el pecho y se me salen unas lagrimas)

Dado que vivo en una ciudad pequeña, lo veo (lo cual es magnifico, no me imagino no verlo). No me importa si me recuerda (Sí, me recuerda) o si se olvida de mi; porque yo no olvido a nadie, y mucho menos a una persona asi, como el. (No sé si tiene familia, esposa o es viudo, simplemente, no me importa, pero él sí me importa) El es tan el, y estoy completamente segura que no conoceré a otra igual a el. El es unicó, pero no estoy enamorada, eso es idiota. Me gusta.

La tiendita de la esquina repleta de dulces y más cochinadas que me hacen subir el azúcar de mi sistema y estoy más propensa a talvez no controlar mi diabetes, ahí, estaba yo. Comprando una bizcochito y una soda (creo), llegó el. Yo me di media vuelta haciendo como si no hubiera visto a nadie. (Torpe) (Jamás pensé que actuaría verdaderamente como una chica de 15 años cuando ve a alguien que le gusta) Mi madre dijo: "ahí esta tu profesor", yo volteé. Mi corazón (sin exagerar) latía desesperadamente, tenia miedo de que se me saliera, sentí como el calor subía desde mi espalda, mis orejas y mis cachetes, la mano me temblaba y tenia que sentarme. Pero como sé fingir muy bien, esbozé una sonrisa y agite la mano, el me dijo "Hola". Dios!, fue lo peor que me pasó, Pero saliendo de la tienda, sintiendo el frio rozando mis mejillas, calmando el calor y ocultandome debajo de la capucha, pensé: "Lo mejor que me ha pasado hasta ahora"