viernes, 20 de noviembre de 2015

"Hello"

Estoy con una tremenda gripe. Estoy confundida (aunque admito que siempre lo he estado). Mi periódo me dejó gorda y herida, mis sentimientos de repulsión, odio y tristeza hacia mi, han resurgido. Un paquete de maní salado es lo único que me consuela por ahora. 

Estuve escuchando "Hello" de Adele. Esa mujer es una de las mejores (aparte de mi mamá, claro esta).
Por otra parte, he vuelto a pensar en Glenn. Ese hombre es una maniático de mis sentimientos. Ese hombre aparece en mis sueños solamente para besarme, y decirme que me ama (lo sé. No soy del tipo románticas pero, que puedo decir. En serio lo quiero) y así como el apareció, para hacer de mi vida solo una fantasía (porque en realidad, ni siquiera me quiere ver). También arruinaron (otra vez) mi vida. Mi mamá fue acusada de tener cáncer. Y también tiene un tumor en el tórax, que se puede convertir en cáncer también, en fin, mi padre sigue siendo el mismo repudiable de siempre. 

Mi vida se ha convertido en una larga muralla llena de puntas capaces de cortar mis frágiles brazos. La muralla destruye mi poca autoestima, pero a pesar de que trato de subirla, hay algo que me arrastra. El amor y el odio. El ángel y el diablo. Glenn y Carlos. Ambos me arrastran. Porque a pesar de que uno me haga sentir en las nubes y el otro me arrastre con sangre por el suelo. El placer de la autodestrucción sabe a sangre y hierro. Es puro oxido. Y al parecer, dejarse caer de la muralla, a veces puede ser justificable.


lunes, 9 de noviembre de 2015

Estoy dentro.

Ya hace como un mes que le confesé a mi mamá lo siguiente: "Ma, te puedo decir algo, pero no te molestas, (sé que sonaba estúpido, y me sentía culpable a pesar de que sabia que no tenia porque lamentarme. Tomé un hondo respiro, y por un momento me arrepentí. De pronto las palabras salieron abruptas)creo...creo que me gustan los hombres...y las mujeres"
Cerré mis ojos, esperaba un lamento. Un golpe, un empujón, un insulto. Algo que me dijera que estaba mal, en realidad sigo confundida. Mi madre no es homofobica, pero la educaron con la  idea de que las mujeres son mujeres y que a ellas solo le tienen que gustar los hombres. 
La impresión que le causé fue mucha. Podía ver su mirada penetrante con algo de pena y angustia, pero sobretodo, curiosidad. Quería saber como lo sabía.

Le dije que por ahora, no me gustaba ninguna chica. Pero que me gustaba verlas, congeniaba muy bien con ellas, pero también me gustaban los chicos. Ella me dijo que tenia un "problema", no era grave, o tal vez ella misma se consolaba. Soy una pervertida, pero no tengo tal morbo de decirle a mi mamá que era bisexual solo por broma. Me dijo que soy una persona "especial", y que no se lo cuente a nadie.

Luego empezó un ataque (super) masivo de "te quiero" y "sabes que te quiero".
Los abrazos abundaban y las tomadas de mano me apoyaban en la decisión que tomara.
Incluso hubo una charla a mitad de la noche. Esa y otras noches no pude dormir. El dolor muscular, cerebral y emocional colmaban mi vida y mi sueño. 

"Las personas especiales no son aceptadas por la sociedad. No quiero ver a mi hija siendo rechazada, posiblemente, por su propia familia... Buenas noches"