viernes, 24 de abril de 2015

Eres la gripe de mi vida.

La semana pasada, estuve en mi lecho de muerte. No solo porque paraba recostada de una cama en otra (no malentiendan, yo visito a mi tia, suelo echarme en su cama y en la de mi prima) si no porque el primer dia de mi gripe, un dolor de cuerpo se apoderó dentro de mi. Simplemente ya no queria caminar. Pensaba seriamente en arrastrarme por la calle hasta llegar a mi casa. Pero, suponiendo que quedo embarazada joven y tengo a mi hijo (a) y me tengo que quedar en este pueblito, no me gustaria que le dijeran que su madre se arrastraba por el suelo (literalmente). Así que con mucho valor decidí caminar la cuadra y media para llegar a mi casa. ¿El resultado? Un desastre, cuando llegué simplemente ya no podia pararme. 

Al dia siguiente, fui al colegio. Recibí el sermón de la estupida secretaria, que a las finales no le importaba si me desmayaba en su escritorio, apuesto a que ella seguiria escuchando a Sibone. Todo el interés que yo le ponía al estornudar, se iban con su rostro vano. Le importaba un carajo mi enfermedad. Fui a mi casa. Esa noche, caí. 

No solo caí en depresión, si no que quede tumbada, postrada y sin almohada en mi cama. Era mi destino final. Morir de gripe. El tercer día, no fue menos importante. Mi humor, personalidad, dignidad, mi nariz y mis ojos, estaban rojos. Rojos de perder todo lo que poseía. Todo me valía una mierda. No quería existir.

Sin embargo,el cuarto día, me alegro la risa de José, fue tan emocionante. Creo que sintió pena al ver este pobre rostro sin depilación de cejas (¿les comenté que mi tía me dijo que parecía hombre porque no me arreglo y ni mucho menos me depilo las cejas?), el solo me sonrió y los dos nos reímos juntos.

El quinto día, fue menos doloroso debido a las pastillas que tomaba. Y ahora, estoy aquí. Presente, para dar mi testimonio de vida. Por la gripe, por la vida y por la sonrisa de José. Pero no despreciemos las pastillas. Esa fue la gripe de mi vida.

martes, 14 de abril de 2015

"H", misterio emocional

La letra "H", siempre me ha inspirado misterio. Es una letra misteriosa. No me agrada, de hecho, esa letra me da miedo. Es como una incertidumbre constante. Algo que me puede absorver y dejar tirada en el suelo frío una noche de invierno. Me da miedo quedar así. Muchas veces pienso es ser feminista, en quedarme solterona y criar a Bilbo y a Presidente Miau.

Pero vuelvo a caer en las garras de hombres desinteresados en mi figura interna, y no solo interna. Repudian la externa. Y aunque me repito mil veces que no volvere a querer, lo sigo haciendo. Es un juego interminable del que sigo siendo adicta, del que sigo participando repetidas veces. 

En fin, "H", es de suponer, es un chico. Un chico que me trae loca. No me refiero a loca de amor. Me refiero a que me genera interminables dolores de cabeza, me deja días enteros sin dormir, me genera lapsus  que se completan con su rostro.

Y es que no solo se trata de que busque apartarme de el, y el busca todo lo contrario. Quiere sentarse a mi lado. No es solo sus miradas a la nada, y algunas veces esas miradas se dirigen a mi. No quiero que me vea cuando rio con otro compañero del instituto. No busco problemas. Pero el me hace buscarlo.

Sin embargo,no quiero jugar con el. No quiero tener un nuevo "Inicio". Pero creo que el ya tomó su decision. Yo ya estoy en el juego.

lunes, 13 de abril de 2015

Sé que es tarde.

Hola. 

Es lo minimo que puedo decir, me siento un poco extraña al volver a escribir lo que pienso y siento (pensé que habia superado esa manía). Mi vida sigue siendo mía y ajena a la vez. Sigo sufriendo y riendo de nada. Me siento avergonzada al haber estado tanto tiempo desaparecida. ¿Desde hace cuanto no escribo aqui?...

En fin, me pondré al tanto. Mis amigas, ya no son mis amigas. Mis futuros novios, jamás van a ser mis novios. Mi futuro en Londres, depende de mi impetú en el ingles, y creeme, doy todo. Mi madre, ella sigue enferma; es toda una incertidumbre no saber de que sufre. Mi abuela, sigue viviendo, nos hablamos infimamente. Glenn y yo ni siquiera nos dirigimos miradas. Las chicas que no me agradaban mucho, son mis amigas...

Mi adiccion al café sigue siendo la misma, al igual que los ositos de goma.

Empiezo a creer que, talvez no soy la mejor persona del mundo. Pero me tendran que aguantar, porque por ahora...pienso quedarme.